¿Quién eres y a qué te dedicas?
Mi nombre es Claudia Hurtado. Soy mujer, madre, profesional, psicóloga, feminista, activista y me dedico desde la psicología a la Terapia Sexual (o sexoterapia) tanto en hombres como en mujeres y en parejas desde hace 15 años. También tengo una empresa, trabajo con organizaciones y en el sector público en salud mental. Tengo una consultora que se llama punto I y trabajamos con organizaciones públicas y privadas. Y ahora estoy haciendo un Máster de Sexología.
¿Qué te gusta hacer cuando no estás atendiendo pacientes?
Últimamente estoy bien mamona jajaja.
Me gusta estar y regalonear con mis hijos, estar con mis amigas y crear proyectos. Siempre inventando cosas, buscando nuevas ideas.
¡Me encantan las series! Soy super mega fanática de Dr. House. Amo a ese hombre con todo mi corazón y siempre la estoy viendo.
Cuéntanos tu historia: cómo decidiste ser Terapeuta Sexual, y por qué decidiste independizarte.
Siempre he sido independiente. No me funciona la metodología de estar contratada, por mi personalidad. Los jefes no son lo mío y tengo un problema con la autoridad jajaja.
No tengo esas aptitudes egipcias de trabajar para otros y ganar poco.
Trabajo y vivo sola desde los 19 años. Mi vida en general siempre ha sido independiente.
Llevo 7 años de terapia psicológica. En este proceso que me ha ayudado muchísimo, me empecé a dar cuenta como a los 5 años que muchos aspectos de mi vida mejoraron y que yo esperaba, ser mejor mamá, mejor mujer, mejor persona, me relacionaba mejor con la gente, me sentía más realizada, más segura. Pero también empezó a mejorar mi sexualidad, conmigo y con un otre, y eso no me lo esperaba, porque nunca lo vi como un problema. Realmente no había problema, pero mejoró.
Pensé en cuántas mujeres como yo no se han dado cuenta que su vida sexual eventualmente podría mejorar, porque ni siquiera nos permitimos verla como un problema. Las mujeres no van a tomar la decisión de una vida de terapia como la mía, que es larga y cara en el tiempo. Y decidí que mi propósito sería acercar la satisfacción sexual a la mujer sin que tuviese que pasar por grandes periodos de terapia, porque no siempre es accesible. Empecé a estudiar sexualidad y terapia centrada en soluciones para acercarlo a las mujeres.
¿Cómo cambió tu rutina al utilizar Encuadrado?
Soy super multi tasking, tengo tres hijos, estoy separada, manejo una casa, tengo un emprendimiento. Estoy metida en muchos proyectos y Encuadrado fue lo que aseguró una operacionalización de mi trabajo impecable.
Desde que tengo Encuadrado tengo orden, y esto genera seguridad en mis pacientes respecto de su hora tomada, que la boleta va a llegar y bien hecha, que va a tener todos los datos necesarios, que va a poder cambiar su hora, etc. para mi realmente es un servicio impagable.
Llevo en Encuadrado aproximadamente 3 años. Es invaluable la cantidad de horas que me he ahorrado en esto. Se lo he recomendado a muchas amigas que están ahora, porque personalmente me ha ayudado mucho.
¿Cuál era tu rutina diaria como profesional independiente?
Era yo y mi Google Calendar, una libreta toda rayada, y un Whatsapp colapsado. No podía gestionar los cambios de hora, no podía estar al día con las boletas y recibía quejas por esto.
Era una de las principales causas de mi estrés, y este trabajo en sí ya es estresante y el haberme liberado del trabajo administrativo implicó que fuera más productivo, y poder dedicar más hora a hacer terapia.
Dejaba todo lo administrativo para el fin de semana, perdía mucho tiempo de descanso y en la semana solo atendía y agendaba. Todo muy desordenado y lo hacía entre los espacios libres que me quedaban entre la consulta e ir a buscar a mis niños. Atender consultas, yo dedicaba por lo menos 2 horas diarias a dar información. ¡Trabajaba entre 10 a 11 horas diarias!
¿Qué opinión tienes del sector donde trabajas?
En el rubro de la sexualidad se está entregando cada vez más información, por redes sociales por ejemplo. Hay diferentes lugares donde poder estudiar, y de buena calidad, por lo tanto la competencia para mí es cada vez mayor y estoy muy feliz de que sea así. Necesitamos muchos profesionales para terapia sexual.. Ojala sigan aumentando porque realmente no somos nada para toda la necesidad que hay. Sobre todo si se aprueba la Ley de Educación Sexual Integral en Chile, próximamente.
Ser terapeuta y trabajar con personas que han sufrido violencia y traumas es altamente estresante y nosotros como profesionales de la salud debemos tener técnicas de autocuidado super conscientes y constantemente, de lo contrario fácilmente podemos caer en estados depresivos y de inestabilidad importantes.
Yo siento que un profesional que se cuida es un profesional que logra delegar las tareas que no es necesario que haga, como lo administrativo, y en eso me ha servido mucho Encuadrado.
Yo necesito estar bien mentalmente, despejada y tranquila para mis pacientes. Un profesional de mi rubro se beneficia en tanto mantiene su vida y salud mental en calma. Sin pendientes, sin estrés administrativo y tener mejor calidad de vida.
El objetivo que debemos tener los profesionales es democratizar la salud sexual, porque hoy en día es tremendamente elitista y cara, y debe estar sí o sí en consultorios y colegios, más que nada desde la educación. Que los profesionales puedan educar en este tema al paciente.
¿Cuáles son tus siguientes pasos?
Mi gran meta es posicionarme en el sector privado para irme al sector público. Quiero trabajar en consultorios. En el sector privado hay muchos pacientes, pero me apasiona el trabajo público. Quiero ya estar en esto el próximo año.
Ahora estoy trabajando en el MINEDUC, en la creación de la Ley de Educación Sexual Integral, y quiero aprovechar esta experiencia para trabajar de alguna forma en lo público, más que en terapias, ayudando en la formación de equipos de salud en Cesfam.
¿Qué recomendaciones les das a aquellos profesionales que quieran mejorar su consulta privada?
Ser súper ordenados.
Diversificar sus productos: terapia, talleres, asesorías.
Delegar todo lo que se pueda delegar, todo lo que implique lo administrativo y redes sociales.
Y autocuidado, para no morir en el intento.