Los pasos para armar un presupuesto personal son identificar tus gastos, asignarles un monto, evaluar y corregir. Sin embargo, antes debes responder dos preguntas fundamentales.
¿Sientes que estás en una inercia financiera?, ¿que el dinero llega y luego lo dejas ir sin tomar decisiones conscientes sobre cómo usarlo de manera eficaz?
Este es un problema bastante común entre profesionales independientes, cuya estructura es algo más irregular que la de un profesional tradicional y, por lo tanto, les cuesta más ajustar un plan realista para sus finanzas.
En este artículo queremos enseñarte cómo comenzar a armar un presupuesto mensual que te ayude a entender dónde estás financieramente y cómo ajustar tus gastos para alcanzar tus metas.
Sin embargo, antes de entregarte este paso a paso hay una pregunta muy importante que debes responder: la de tu relación con el dinero.
¿Por qué cobrar es un problema?
Muchos de los profesionales independientes que utilizan Encuadrado nos agradecen la funcionalidad de enviar cobros a sus pacientes y clientes, pues sienten que así la responsabilidad –y la molestia– de cobrar recae en nosotros más que en ellos.
Las razones de por qué cobrar se siente tan complicado son completamente personales, e identificarlas requiere un ejercicio de introspección:
Las respuestas a estas preguntas te darán una primera guía para comenzar a planificar mejor tu presupuesto y evaluar cómo estás llevando tus finanzas.
Hacer un buen presupuesto responde a dos objetivos principales: medir y controlar.
Sólo midiendo vamos a tener una imagen clara de en qué posición estamos para tomar decisiones más estratégicas e informadas.
Imagina que comienzas hoy mismo a anotar los gastos que has tenido este mes, y que mantienes ese hábito durante al menos 12 meses.
Cuando ya haya pasado ese año, tendrás en tus manos un registro histórico de cómo fue tu comportamiento financiero: los meses donde gastaste más, la razón por la que gastaste más, los ahorros que lograste conseguir.
Iniciar este control de gastos te ayudará a crear un presupuesto dentro de tus posibilidades.
Como consejo general podemos decirte que tu presupuesto debe tener montos y tiempos específicos, y también estar enmarcado en un concepto: ¿para qué estoy armando esta planificación?, ¿cuáles son mis metas financieras?
Siempre considera que tu presupuesto debe:
Aunque parezca contraintuitivo, el primer paso para armar tu presupuesto es no pensar en números, sino en conceptos.
Anota en una lista todo lo que hace que entre o salga dinero de tu cuenta.
Los gastos mensuales más obvios los vas a recordar de inmediato: gastos comunes, renta, transporte, comida, etc. Pero también hay una serie de gastos variables que al ser más pequeños son un poco más difíciles de recordar.
Para solucionar eso, repasa tu día a día. Piensa en tu rutina y considera esos gastos que haces casi de manera inconsciente: un café, suscripciones en Internet, gastos de tu mascota.
En tu columna de gastos también anota lo que ahorres o inviertas, ya que es dinero que “sale” de tus finanzas.
Lo mismo ocurre con los ingresos: tu sueldo es la base, pero si recibes bonos, ayuda familiar, aguinaldo o ganancias por inversiones, también debes anotarlos.
Recuerda hacer este ejercicio con honestidad. No sirve si te engañas a ti mismo y no anotas todo lo que tienes que anotar.
Con los conceptos sobre la mesa ya puedes comenzar a anotar los montos mensuales que corresponde a cada uno de ellos.
Para esto ten a mano tus estados de cuenta de tarjetas de crédito, cuentas bancarias y boletas que puedes haber guardado. También puedes revisar tu sección de Cobranza de Encuadrado para tener una mirada integral de tus ganancias cada mes.
Lo importante es que todos los conceptos que anotaste en el primer paso tengan un monto.
Si tus ingresos son irregulares –como la mayoría de los profesionales independientes–, revisa lo que ganaste en los últimos 6 meses y saca un promedio para asignarlo a tu ganancia mensual.
Si tienes ingresos esporádicos como bonos o aguinaldo, anota el monto que te dieron durante el año anterior.
Si pagas algo anual como seguros o suscripciones, divídelo entre 12 para cada mes.
Ahora es el momento de preguntarnos si estamos gastando lo correcto o tenemos un desequilibrio en nuestras finanzas.
Para este paso recomendamos seguir la Regla de Oro de las finanzas personales:
Estas categorías pueden ser algo engañosas, ya que tienen un carácter subjetivo. Es decir, lo que es Básico para alguien no necesariamente debe serlo para otro. Intenta, sin embargo, ser lo más honesto y realista posible.
A cada uno de los gastos que anotaste en el paso anterior asígnale una de estas categorías. Puedes usar tres colores diferentes en una planilla de Excel para distinguirlos.
Luego suma el total de gastos de cada categoría, y separadamente suma todos tus ingresos fijos.
Ahora utiliza esta fórmula para descubrir qué porcentaje de tus ingresos estás utilizando en cada categoría de gastos:
Gasto total de cada categoría / Total de ingresos * 100
El objetivo es descubrir cuánto nos estamos pasando en los Básicos, cuánto estamos exagerando en Lujos, y cuánto estamos dejando de Ahorrar. Si estás muy fuera de la regla del 50/30/20, pon atención al siguiente paso.
Nunca es tarde para aprender y corregir.
Si descubriste que tus números no te están acercando a la meta financiera que tienes en mente, es momento de mejorar lo que está mal.
Pregúntate: ¿qué cosas no están aportando valor a mi vida?
Revisa tus egresos con esta pregunta en mente y evalúa dónde puedes hacer ajustes, qué decisiones diferentes podrías tomar y cómo se puede cambiar lo que gastas.
Puede que los Lujos se estén llevando buena parte de tu presupuesto y debas considerar disminuir su frecuencia más que cortarlos de raíz. O tal vez estás gastando mucho dinero en comida que terminas desperdiciando. O quizás tu capacidad de ahorro no llega al 30% sino al 15% por el pago de deudas.
Identifica los gastos hormiga y en vez de eliminarlos intenta ajustarlos entre tus gastos personales.
Tampoco es mala idea diversificar tu fuente de ingresos: en Encuadrado te ofrecemos la Vitrina para que vendas contenido digital además de tus sesiones a pacientes y clientes.
Lo importante es que sepas qué cambios necesitas implementar y hagas las acciones necesarias para que puedas acercarte al máximo a la regla de oro.
Una buena opción es proyectar 3 meses hacia el futuro el uso de tus ingresos en estas categorías, así podrás adelantarte a cualquier sorpresa o inconveniente que surja.
Te recomendamos también revisar este presupuesto 2 veces al mes para tenerlo controlado para tenerlo controlado y llegar a fin de mes sin sorpresas, y si quieres manejarlo aún más en detalle puedes separar los gastos semanales de tus gastos de fin de semana.
Recuerda que para alcanzar un bienestar financiero no se necesita hacer todas las cosas “bien”, sino que hacerlas conscientes para poder manejar de mejor forma la incertidumbre a largo plazo.
Comunidad
Periodista. Dedicada a ayudar a profesionales independientes de LATAM a gestionar mejor sus negocios y centrarse en su pasión.