Mi enfoque clínico se enmarca en las corrientes psicodinámicas, con un abordaje respetuoso, empático y comprensivo de la realidad de cada persona. Incorporo el enfoque de género como pilar comprensivo, transaccional y de intervención situada. Promuevo el desarrollo de una alianza terapéutica colaborativa para alcanzar los propios objetivos de bienestar emocional y mental. Desde el espacio de la clínica individual, se comprende el malestar asociado a la cultura, sociedad y mandatos que nos atan y sostienen en posiciones de sufrimiento psíquico.