Como psicóloga me gusta entregar un espacio seguro y contenedor, donde se puedan sentir libres y acogidos en expresar sus emociones, explorar sus malestares y sentirse acompañados en el camino del desarrollo, tanto personal como familiar. Creo profundamente que el proceso terapéutico tiene que estar marcado por un proceso de conocimiento propio pero también tomando en cuenta el contexto que nos rodea, siendo para mí esencial el trabajo con los distintos sistemas que influyen en el bienestar del paciente. Siempre he creído que el acompañamiento y la contención son fundamentales para crear un vínculo dentro de la terapia, donde se logre trabajar en conjunto en nuevos crecimientos, reflexiones pero también aceptarnos y entendernos.