Soy psicóloga clínica con más de 10 años de experiencia acompañando procesos de transformación, sanación y reconexión personal. A lo largo de mi trayectoria, he trabajado con personas de diversas edades, identidades y contextos, en espacios públicos y privados. Hoy me dedico exclusivamente a la atención psicoterapéutica particular, ofreciendo un espacio seguro, inclusivo y respetuoso. Trabajo desde un enfoque integrativo que combina herramientas de la Terapia Cognitivo Conductual, Terapias Contextuales, y la mirada sistémica. Son enfoques respaldados por evidencia científica, que me permiten adaptarme a las necesidades y particularidades de cada persona, siempre desde una escucha activa, empática y comprometida. Mi práctica está profundamente atravesada por una mirada feminista y con perspectiva de género. Esto implica reconocer cómo las experiencias personales están también influenciadas por el contexto social, cultural y político. Me importa ofrecer un espacio donde todxs puedan sentirse validadxs y respetadxs en su identidad, orientación, historia y forma de habitar el mundo. Este es un lugar abierto a mujeres, personas LGBTIQ+, personas migrantes, y a cualquier persona que busque acompañamiento emocional desde una ética del cuidado. Lo que más me conmueve de mi trabajo es ser testigo del proceso de cambio de las personas: ver cómo, poco a poco, comienzan a comprenderse mejor, a sentirse en conexión con ellxs y a tomar decisiones más alineadas con quienes son y lo que quieren para sus vidas. Acompañar ese camino es algo que me llena y me confirma que estoy donde quiero estar. Creo profundamente en el poder del vínculo terapéutico como motor de cambio. Por eso, en nuestras sesiones encontrarás un espacio de confianza, respeto y calidez, donde poder ser y estar, tal como eres. Algunos motivos de consulta comunes: - Ansiedad, angustia, estrés o insomnio. - Estado de ánimo bajo o desmotivación. - Dificultad para manejar emociones (enojo, tristeza, culpa, etc.) - Inseguridad, baja autoestima o autocrítica excesiva. - Duelos o pérdidas significativas. - Crisis personales o existenciales. - Conflictos familiares o relacionales. - Necesidad de autoconocimiento y crecimiento personal.