
Soy abogada de derecho de familia y laboral. Desde hace más de diez años inicia mi experiencia laboral pero, sobre todo, soy una mujer que ha aprendido que detrás de cada conflicto hay un corazón inquieto buscando respuestas. Mi trabajo nació de una convicción profunda: que ninguna persona debería sentirse sola cuando su vida familiar se desordena. He dedicado mi carrera a litigar en materias de familia y laboral, acompañando a quienes necesitan que alguien los escuche, los proteja y les dé dirección cuando todo parece incierto. Cada caso que tomo lo hago con la seriedad jurídica que corresponde, pero también con la sensibilidad que merecen las historias que llegan a mis manos. Como mujer recientemente diagnosticada con el Trastorno del Espectro Autista (TEA/CEA) y madre de dos hijos con TDAH, TEA/CEA y AACC, conozco de primera mano lo que significa luchar por el bienestar de quienes uno ama. Esa experiencia me enseñó paciencia, resiliencia y una comprensión más humana del derecho. Me recuerda cada día que las familias no son procesos judiciales: son vidas, emociones y vínculos que necesitan cuidado. Por eso ejerzo esta profesión. Para ser guía en medio del caos, para entregar calma donde hay miedo y para buscar justicia donde hace falta. Mi compromiso es acompañarte con respeto, claridad y fuerza, asegurándome de que cada paso que demos tenga un propósito: reconstruir, proteger y avanzar.